martes, 22 de diciembre de 2009

La suerte

Toda mi vida he estado quejandome de la mala suerte que he tenido al enamorarme de hombres que no han sido lo suficientemente buenos para mi. Parece como si tuviera cierta atracción por aquellos que se que no son buenos, con aquellos con los que no me van a saber amar.
Llevo tanto tiempo dando lecciones de amor que no he dejado que nadie me quiera, porque en el fondo algo dentro de mi, me impide que alguien pueda quererme tal y como soy.
He llevado una vida ejemplar, me he convertido en autosuficiente, en el aspecto economico, pero mis propias taras sentimentales me dejan como una codependiente emocional,que baila ante sus emociones el baile de otra persona.
Tengo todas mis necesidades materiales cubiertas, pero cuando siento, tengo la necesidad de pagar un precio para sentirme amada...
Me siento tan frustrada por ello, tan violada por mi misma una y otra vez, al permitir a otros que abusaran de mi persona, que siento vergüenza de lo que fui y una rabia e impotencia infinita de ver que ningun esfuerzo mio valio, porque nadie me lo pidio ni lo valoro.
Es curioso cuando alguien como yo habla de la suerte de los demas por llevar la vida que siempre quise para mi, y descubro que no existe esa vida, que todo son mentiras...que no hay ningun sueño perfecto y que por mas pefecta que sea, jamas lograre la perfeccion de mi mente.
Es extraño y a la vez confuso, porque...¿Quien quiere renunciar a sus sueños? ¿O quien quiere mantenerlos si sabe que nunca se haran realidad?
Estoy furiosa con la sociedad, con la gente, con el mundo, con mi padre, con Richard, y con todos aquellos que me han machacado en la vida...
Estoy furiosa conmigo misma porque nada de lo que creia, era cierto, y todos mis esfuerzos por mantener aquellas creencias se han acabado derrumbando.
Hoy veo la imperfección de todo lo que me rodea, veo todos los defectos de la realidad y me siento incompatible con este mundo de mentiras, de falsas apariencias, de egoismo egolatra...
Nada, nada vale lo suficiente y nadie vale tanto como uno mismo.
Ahora es cuando lo veo claro, despues de treinta años, entiendo esa frase, despues de tantas lagrimas y fracasos veo lo que significa, y entiendo que el ni el mayor amor, puede alterarlo...
Por eso no es cuestión de suerte, es cuestión de elección, para ganar, debes elegir un rival más debil, para tener el poder debes tener alguien con menos aspiraciones que tu, para que no te hagan daño en una relacion, debes escoger a alguien que se crea menos que tu...
Asi, tendras alguien tan valido como yo, o cualquier mujer independiente, valiosa y buena, que desde niña, las enseñaron a sublimar sus necesidades por las de los demas para asi sentirse queridas.
Me siento traicionada por la sociedad que supuestamente me da libertad, pero desde pequeña me enseña a ser sumisa. Me siento engañada por aquellos y aquellas que me ven con lastima por seguir soltera, cuando son ellos los que no quieren mirar hacia dentro porque la mierda de sus casas les tiene llenos de miserias. Me siento triste, profundamente triste, por tener que dejar de creer en aquello que alegraba mi vida y saber que no es cuestion de suerte, ni de azar, sino de aguante y mentiras el vivir cualquier historia de amor en estos y otros dias...

No hay comentarios:

Publicar un comentario